Es habitual tener ciertas dudas sobre la custodia compartida. Porque cuando nos enamoramos y decidimos compartir la vida con esa persona, pensamos que será para toda la vida, pero por desgracia, no siempre es así. Son muchos los motivos que pueden llevar a una pareja a la ruptura, pero en esos momentos solo hay una única cosa en la que pensar: el bienestar de los hijos por encima de los nuestros propios.
La custodia compartida es uno de los temas más recurrentes y es que, ha sufrido varios cambios a lo largo de estos años, ofreciendo nuevos escenarios a tener en cuenta. Aunque todavía queda mucho por recorrer, es un buen momento para conocer todo y más sobre este régimen de guardia y custodia que piensa en el futuro de tus hijos.
Custodia compartida: ¿Qué es?
Hablamos de custodia compartida cuando la crianza de los hijos recae en ambos progenitores. Estos se deben encargar, a partes iguales, del cuidado de los menores. Es una de las maneras más idóneas, según los profesionales, para que los niños pasen el mismo tiempo con ambas partes. Aunque es cierto que no siempre se puede establecer un reparto que sea igual para los dos, sí que se llegará a un acuerdo con el que los pequeños puedan disfrutar tiempo tanto con uno como con otro. Sin duda, esto tiene un sinfín de ventajas para todos.
Los diferentes tipos de custodia compartida que debes conocer
Según el lugar donde vayan a vivir los menores
- En domicilio fijo: tal y como indica su nombre, donde van a vivir los hijos será en un lugar fijo. No habrá cambio de residencia para ellos y, por lo tanto, serán los padres quienes se tienen que alternar para vivir con ellos.
- Domicilio rotatorio o custodia alterna: en este caso, serán los hijos los que tengan que ir cambiando de domicilio en función de con quien les toque vivir cada temporada. Esta última será dictaminada por el juez, ya que puede ser quincenal, mensual o épocas más largas.
- Custodia coexistente: quizás no es lo más común, pero también debemos mencionarlo. Se trata de que ambos progenitores compartan casa, aunque no sigan con su relación sentimental. De manera que ni ellos ni tampoco los menores tendrán cambios de domicilio, pudiendo compartir cada día todos juntos. Solo se da cuando los padres tienen una relación de cariño y que no interfiera en la convivencia.
- Custodia flexible: en este caso también su nombre nos da una gran pista. Se le denomina flexible porque, según el trabajo de los progenitores y todas las actividades de los niños, puede encargarse uno u otro de los padres, sin que se sigan unas indicaciones estrictas.
Según el tiempo de permanencia
- Lo más habitual es que se establezca un mismo tiempo para que pueda estar cada progenitor con los menores, sin preferencias.
- Aunque es cierto que no siempre las circunstancias son iguales para cada uno, de ahí que puedan establecerse diferentes horarios o períodos de tiempo. Sobre todo cuando alguno de los padres trabaja fuera o tiene viajes de trabajo.
¿Cuál será el mejor modelo de custodia para cada familia?
Lo cierto es que siempre hay una serie de circunstancias o necesidades en cada núcleo familiar. Se debe tener en cuenta a la hora de elegir el mejor modelo. Por ejemplo, la edad, así como las necesidades de cada uno de los menores. Por otro lado, la disponibilidad de los padres es algo necesario estudiar, al igual que el interés o bien, la ubicación de los domicilios.
Cómo se llega a establecer la custodia compartida
Si pensamos en la manera más positiva y existe un acuerdo entre los progenitores, entonces se debe redactar una propuesta de convenio regulador. Una vez redactado hay que presentarlo ante el juez y este aprobarlo. Si no hay un acuerdo, entonces habrá que recurrir a lo que se conoce como un procedimiento contencioso. Se necesitan pruebas en las que se vea que es lo mejor para los menores.
Las grandes ventajas de la custodia compartida
Las dos partes se involucran
Es una de las mejores y grandes ventajas, tanto para ellos como para sus hijos. Ya que los dos se encargarán de las decisiones y de pasar más tiempo con sus pequeños.
Mejora la estabilidad emocional de los niños
De este modo se minimiza todo tipo de posibles problemas emocionales. Ya que así notarán menos la separación y no supone un impacto para sus vidas.
Menos problemas para los padres
Aunque entre ellos los tengan, se dice que la custodia compartida suele aminorar los problemas de ambos padres. Ya que serán los dos quienes tomen decisiones y pasen un tiempo igual con sus hijos.
Se reparte el tiempo y el dinero
Tal y como hemos dicho, el tiempo se puede repartir en partes iguales o muy similares entre los progenitores. Lo que hace que puedan pasar más horas o más días con los pequeños. Pero no solo se comparte sino también lo hace el dinero. No es lo mismo que todo el peso recaiga sobre una persona que sobre ambas.
¿Qué desventajas puede tener?
Vemos más ventajas, es cierto, pero las desventajas pueden aparecer en un abrir y cerrar de ojos.
- El menor puede sentirse un poco aturdido al comienzo según los cambios de domicilio que tenga que hacer.
- Cuando la pareja ya no puede ni verse, es cierto que pueden aparecer ciertos problemas en forma de discusiones, lo que altera la estabilidad de los hijos.
- Que los progenitores no vivan cerca. Es otro de los factores que también puede alterar a los niños, que se dejarán ver más estresados que nunca.
- Que un padre tenga más recursos económicos que otro. Es algo que puede darse y que tiene como consecuencia una mejor o peor calidad de vida para su familia.
Siempre habrá alguna que otra desventaja, pero desde luego a grandes rasgos, podemos decir que es una de las mejores decisiones a tomar cuando se quiere proteger y velar por los intereses de los más pequeños. Quienes, en definitiva, son los protagonistas y se les debe de ofrecer una calidad de vida excepcional para que noten menos el impacto de la separación.
